Es común la creencia de que las personas mayores tienen muy mala memoria. Sin embargo si realmente tuviesen mala memoria no recordarían las batallitas por las que muchos son famosos. Lo que ocurre es que al hacernos mayores la capacidad de prestar atención sobre un asunto se debilita. Al prestar menos atención las impresiones quedan grabadas en la memoria con muy poca fuerza y se olvidan rápidamente. Por eso, aunque recuerdan los nombres de sus compañeros de colegio o de su primera novia no son capaces de recordar lo que hicieron la semana pasada.
La mejor forma de fortalecer la memoria es desarrollando la capacidad de atención y para ello os propongo el siguiente ejercicio:
- Tomemos un objeto, el que sea, cuanto menos atractivo sea para nuestra mente más difícil nos resultará prestarle atención pero más beneficio tendrá el ejercicio: una fruta, una lámpara, un bolígrafo. Al principio es mejor elegir objetos simples.
- Concentrémonos en el objeto elegido durante unos minutos intentando pensar únicamente en él y luego deberemos anotar todas las impresiones o ideas que nos haya sugerido (forma, color, textura, etc).
- Al día siguiente volvamos a tomar el mismo objeto y dedíquemosle un tiempo similar en volver a analizarlo. Muy probablemente notaremos nuevas impresiones que no vimos el primer día y el interés por el objeto será mayor que también deberemos anotar.
- ¡Tras unos días de haber seguido haciendo este ejercicio nos impresionará ver la cantidad de información que se obtiene!
Si lo probáis contad qué tal os ha ido.
Cuando agotemos ese objeto podemos tomar otro un poco más complicado y seguir practicando. Con este ejercicio no solo ganamos desarrollamos nuestra capacidad de atención sino que también aumenta nuestro control mental.